Hace dos años, cuando hacía una serie de talleres de apreciación de arte en poblaciones rurales ecuatorianas, de difícil acceso por rutas escarpadas y alejadas, me preguntaba una y otra vez cuál sería el instrumento más adecuado para hacer llegar el arte ecuatoriano actual a estas comunidades.
Las computadoras e Infocus están fuera de lugar cuando no existe electricidad, los engorrosos afiches, enmarcados o no, son enormes y difíciles de llevar, los libros son pequeños, a veces pesados y otros imposibles de abrir. Finalmente, una mañana se me ocurrió: ¡un museo en una caja! La caja contendría un pequeño libro de acordeón con las imágenes de la obra de artistas que la gente podría ver, tocar, pasarse de mano en mano, llevar, traer, mandar, en fin, hacerla suya.
Empecé a concebir este proyecto inspirado en una caja-laboratorio de química que me regalaron cuando era niña. El laboratorio, a la vez que ofrece información, nos da la oportunidad de experimentar, de realizar proyectos para los cuales nos provee los materiales necesarios. Esto es lo que trae este museo en una caja, un libro de acordeón, un catálogo con instrucciones y una caja de materiales para experimentar.
En el libro de acordeón encontrarán a los artistas y su obra. Son muchos los artistas de la escena contemporánea ecuatoriana. Muchos y con obra distinta, rica y por demás interesante. No todos están aquí. Ésta es una selección de obras de artistas cuyo trabajo me ha interesado a lo largo de mis años como educadora de arte. La hice tomando en cuenta principalmente la audiencia a la que va dedicada: docentes, niños y jóvenes. Escogí la obra con dos criterios, uno que sea divertida e inspire a esta audiencia a crear a partir de ella, y otro que la hayan hecho artistas comprometidos con su creación, pero que tal vez no han tenido la difusión que su obra merece. Obviamente hay excepciones, encontrarán trabajos de artistas por demás conocidos dentro y fuera del país, que confirman la regla.
Algunos proyectos han sido ya “probados” en mis talleres hechos en varios años y en diferentes contextos. Otros son proyectos para ser experimentados por los docentes de arte y compartidos con sus alumnos en el aula. He hecho hincapié en escoger trabajos de artistas que producen obra divertida, que de algún modo conservan la facultad de maravillarse y maravillar que tanto admiro en el arte. Son artistas que emplean la imaginación para crear mundos impensables y fantásticos.
Les presento, entonces, un laboratorio de arte donde podrán encontrar artistas y obras, podrán experimentar y jugar dentro de sus mundos y encontrarán, ojalá, otros mundos propios para explorar.
1 comment:
Hola Ana!!!
Por esas cosas de la vida di con el link de tu blog... Te felicito por esta iniciativa del Museo en una Caja... trabajo también con niños y este es el tipo de materiales que desde el arte, la educación y los adultos se deben crear para llegar a la niñez y alimentar así su mágico mundo... Habrá posibilidad de adquirir el material? Dónde? Cuánto cuesta? Espero tu respuesta...
de nuevo FElicidades!!!
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